Por estos días he intentado refugiarme en alguna canción recurrente, apartarme de la lluvia y de sus furtivos recuerdos, pero no ha sido tan fácil, golpea a mi ventana incesantemente como si quisiera decirme algo importante, como si no le bastara que aún cuando está callada siento su presencia. Llega, toca, habla y se va... Me hace pensar que aún cuando lejos de ella quiera estar, son más fuertes mis ganas silenciosas de sentirla ahí cerquita, así no le quiera hablar, saber que me busca y me llama, así a sus llamados no quiera responder, y una vez más me cuesta ignorarla.... por eso me refugio en pensamientos, ésos que no ayudan a nada más que añorar un pasado del que mi corazón se quiere apartar, pero es que no ha sido precisamente la autoayuda una de mis mejores habilidades, así que mejor dejo que la lluvia me siga envolviendo en su dulce sonido, esperando aún no percibir la amargura que esconde.
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